jueves, 28 de octubre de 2010

Almanaque 2010

Enero: 16 jóvenes muertos en una fiesta en Villas de Salvárcar, Cd. Juárez, se les acusó de ser vándalos y pandilleros. Agosto: 1 edil asesinado en Santiago, Nuevo León. Septiembre: 1 edil más asesinado en Doctor González, Nuevo León. Junio: 1 candidato priìsta ultimado en Tamaulipas. En algún momento del verano pasado: 72 migrantes hallados muertos en Tamaulipas, víctimas del INM y su brazo armado, los Zetas. Más de 200 ejecutados en el estado de Morelos en lo que va del año. Julio: 18 personas fueron ejecutadas en Torreón, a manos de reos del Cereso de Gómez Palacio, Durango. A los chacales presidiarios los sacaban a pasear y despejarse por las noches. Marzo: 10 ejecutados en Pueblo, Nuevo, Durango. Otra vez julio: coche bomba mata a 3 en Cd. Juárez, y el gobierno insiste en que no se trata de actos terroristas. Otra vez marzo: 2 estudiantes del Tec de Monterrey asesinados en la capital neoleonense, se les acusó en primera instancia de ser sicarios del narco. Seguimos con marzo: 8 ejecutados en Navolato, Sinaloa, estaban en una fiesta familiar. Abril: 12 ejecutados, 8 de ellos calcinados en Xalisco, Nayarit. Otra vez abril: 2 niños son asesinados por militares en un retén castrense de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Otra vez agosto: familia de 4 integrantes ejecutados en Zapopan. Marzo no cesa: 13 muertos por masacre en Acapulco, 5 de ellos policías y 8 civiles. Volvemos a julio: 15 cadáveres torturados y ejecutados tirados como basura en una carretera al sur de Matamoros, Tamaulipas. Seguimos con agosto: asesinan al alcalde de Hidalgo, Tamaulipas. Febrero, mes del amor y la amistad: 4 policías ejecutados en la ciudad de Aguascalientes. Otra vez junio: 12 agentes federales emboscados y asesinados en Zitácuaro, Michoacán. Volvemos con agosto: 4 colgados en el puente del fraccionamiento Tabachines, en Cuernavaca, Mor. Y más de agosto: 8 personas muertas en un bar de Cancún, atacadas por un grupo de sicarios. Otros 4 cuerpos aparecieron muertos en el fraccionamiento Burgos esta semana, en Cuernavaca. 13 ejecutados en Tijuana el fin de semana pasado. 14 personas más muertas en otra fiesta familiar en Ciudad Juárez, el viernes 22. 3 civiles asesinados por policías en Saltillo el domingo 24. Ayer a las 10 de la mañana, 15 jóvenes que trabajaban en un autolavado fueron asesinados en Tepic, Nayarit. 5 mujeres esclavas de las maquiladoras fueron acribilladas en la primera hora de hoy jueves en Juárez, cuando viajaban en el camión que las transportaba de regreso a sus casas. Y lo último, recién salido del horno, hace unas horas: 8 jóvenes muertos en la colonia Morelos, en el DF. El mayor de los occisos tenía 26 años.
Este ejercicio contable fue en parte apoyado en la memoria. En su mayoría la información fue obtenida haciendo pequeñas búsquedas al azar en el todopoderoso google; me limité a teclear : “masacre en Tamaulipas”, “masacre en Nayarit”, “masacre en Jalisco”, “masacre en Nuevo León”,” matanza en Acapulco”, “balacera en Coahuila…”, y la información brotaba como de un manantial. Nuestro manantial de sangre.

Si nos esperamos a mañana tendremos con seguridad, según la tendencia proyectada en las estadísticas, unos 40 muertos más que lamentar en todo el país. Esto es el bicentenario, y eso, hay que celebrarlo.

¡¿Cuántos muertos más, chingada madre, Felipe Calderón?!

martes, 26 de octubre de 2010

Nabiha Jassim y Adnan Awad Al Jumaili

Más y más registros de atrocidades cometidas en sietes años de guerra petrolera en Irak fueron filtrados para su análisis a importantes medios de comunicación como Al Jazeera, proporcionados por el portal Wikileaks. Más de 400 mil documentos donde se registra gran parte de la historia de la barbarie cometida por el país ocupante y las consecuentes respuestas de la insurgencia iraquí –muy inferiores en proporción-, auspiciadas en algunos casos por Irán y Siria, y calificadas “legítimamente” por el país ocupante como actos terroristas.

Los grandes rubros en que se pueden clasificar las pequeñas y terribles carnicerías, pero cometidas a gran escala y bajo un patrón sistemático son: tortura a civiles –con violaciones y trato vejatorio-, asesinato de civiles en retenes y a domicilio, y ataques “colaterales” a periodistas, y también a civiles. Una inmensa cosecha de sangre.

El imperio y sus aliados no tardaron en protestar contra la cloaca destapada por los Wikileaks.

El quinto jinete del Apocalipsis, la señora Hillary Clinton –en los tiempos de los profetas bíblicos no se conocía como tal el término “propaganda oficialista”, por esta razón solo fueron cuatro y no cinco los jinetes revelados por gracia divina-, la misma que dedica todos sus esfuerzos para desatar la guerra nuclear contra Irán, ha condenado la filtración de todo documento que ponga peligro “la vida de los soldados y de los civiles estadunidenses y sus aliados”.

Ahora intentaré copiar un pequeño pero noble ejercicio practicado por Rysard Kapuscinski, el legendario periodista polaco. Cuando el brillante reportero visitó Medio Oriente para investigar los orígenes del conflicto palestino-israelí, hace ya varias décadas, dedicó en sus textos una modesta ofrenda a los palestinos que conoció en sus viajes y que, muy a su pesar, perecerían con seguridad apenas se desatara la nueva ofensiva terrorista sionista en contra del pueblo perseguido. Habló sobre los campos de palestinos refugiados en Jordania. En los campos abundaban niños que habían nacido fuera de su pueblo, pero que hablaban de él como si acabaran de pisar su suelo diez minutos antes: “Me llamo Miriam Husaini, de Kafr Kana, cerca de Nazaret, delante de nuestra casa crece un ciprés muy alto.” Siendo muy corta de edad, Miriam jamás había estado ni en Nazaret ni en Kafr Kana, pero su padre le había inculcado que ahí, delante del ciprés, tenían el hogar al cual volverían algún día. Los dueños del mundo, con todo su poder militar y financiero, impedirían que así fuera.

Nabiha Jassim es una más de las cifras infames que han salido a la luz. Nabiha tenía 35 años cuando se dirigía apresuradamente al hospital a alumbrar un crío que ya nunca nació. Una lluvia de balas desatada por oficiales estadunidenses en un retén militar le cegó la vida. Su primo, Saliha Hassan, de 57 años, también fue muerto en la refriega, ocurrida en algún punto de un pueblo llamado Samarra, al norte de Baghdad. Sus muertes abruptas fueron archivadas, como las otras seiscientas ochenta muertes ocasionadas en circunstancias similares, bajo el régimen de daños colaterales; uno de tantos costos –incalculables por tratarse de vidas humanas, y no de barriles de crudo- que la nación ocupada debe pagar para ganarse la “democracia”.

Adnan Awad Al Jumaili fue arrestado el 17 de mayo de 2007 por fuerzas de seguridad iraquíes. Se le acusaba de estar involucrado en ataques terroristas, llevándolo preso a las mazmorras iraquíes, patrocinadas por el invasor yankee. Trece días después de su detención, y después de ser interrogado en un par de ocasiones, Adnan fue hallado muerto en su celda. La autopsia reveló contusiones severas en todo el cuerpo, hemorragias internas en cerebro, cuello, abdomen y desgarramiento de pulmones. La Secretaria de Defensa Iraquí ordenó una investigación sobre la muerte de Adnan, y una orden de arresto fue girada en contra del oficial iraquí que condujo los “interrogatorios”.El sátrapa salió libre después de tres meses por “falta de pruebas”. Los deudos nunca recuperaron el cuerpo de Adnan.

Pienso en Nabiha y en Adnan como se pueden pensar nuestras víctimas de la guerra que libramos en México contra el Narco, una guerra que también arroja “víctimas colaterales”, como los tres miembros de una familia de Saltillo, asesinados este fin de semana pasado a manos de policías “estatales o federales”, según la información difundida, que para el caso la tragedia es la misma. Una mujer y sus dos hijos muertos: María Angélica Galindo Sánchez, de 47 años, Karen Alejandra de 18 y Ricardo Siller de 14 años. Doscientos cartuchos hubieron de ser percutidos "accidentalmente" esa noche contra la camioneta en la que viajaba la infortunada familia, para que los agentes policiales cayeran en la cuenta de que los acribillados no eran los mismos que habían desatado una balacera momentos antes en avenidas principales de Saltillo.

Aunque no conocí a las víctimas de este lado y de aquél, recuerdo sus nombres, como hizo Kapu.

*Bebé iraquí muerto tras los ataques aéreos estadunidenses sobre la ciudad de Fallujah, en septiembre de 2004. Fotografía de Mohammed Messara.

Para más información consulten:

http://wikileaks.org/iraq/diarydig

http://english.aljazeera.net/secretiraqfiles/

sábado, 23 de octubre de 2010

Es hora.

Permítanme ser completamente honesto. Estoy de acuerdo con lo que se escucha en la canción "Sr. Cobranza" de la banda argentina "bersuit vergarabat" , en la cual dicen entre otras frases: "son todos narcos" "y es sólo una figurita el que esté de presidente..." "...mientras no salte la bronca, del norte no mandan palos" "¿y ahora qué? ¿qué nos queda? ¿elección o relección? ¡Para mí es la misma mierda!

Aunado a eso, también concuerdo con aquellas sabías palabras de Rubén Albarrán en una plática con estudiantes poblanos "Ya valimos madres". (fuente: el chismoso de maíz)

Sin embargo, prefiero vivir tratando de "hacer algo por cambiar las cosas", o al menos pensar en que estoy en eso, de las cuales me quejo.

Así que, les expongo apreciados maiceros, una idea que ando masticando desde hace varios días:

Propongo que, en referencia a las próximas elecciones presidenciales, emprendamos una "campaña", le podríamos llamar, para informar. Algo que tenga más o menos el siguiente lema "¡Basta de quejarte! Mejor infórmate y vota conscientemente". Todo está muy crudo y burdo aún, pero espero contar con su ayuda para formar "algo", tal vez una asociación civil en la que podamos basar nuestros esfuerzos para informar a la gente y tratar por todos nuestros medios de que en este 2012 se forme una conciencia a la hora de votar.

¿cómo ven?

http://www.youtube.com/watch?v=9h7jPcNbx2w&feature=fvw

viernes, 22 de octubre de 2010

Marta

Maiceros!

Con gusto les presento un corto de Alex Ramírez, "Marta". El verlo me recordo a las palabras del director de la película mexicana "crónicas chilangas", el talento esta, las ganas tambien y en ocasiones los proyectos con menos recursos son los que nos sorprenden.
Espero sus comentarios!!!!!

MARTA from Alejandro Ramirez on Vimeo.

jueves, 21 de octubre de 2010

Entre más caro y pésimo gusto... Mejor

Esto es lo que podra constatar cualquier persona que venga a esta ciudad o por lo menos a mi asi me parece.

Porque la primera impresión, jamas se olvida, como dicen por ahi.
Esta frase quizá tenga mucho de cierto, la forma en como se visten las personas expresa información sobre la cultura, valores e incluso ideales o formas de pensamiento.

En Culiacán de manera particular (extremadamente particular) siempre a existido la costumbre del "buen vestir" sobre todo entre las mujeres, que además de poser la belleza que tanto caracterisa a la mujer sinaloense por estar a la línea y con esto no me refiero a delgadas o enfermo sino a hecho de que tan sólo para ir al supér.

Pero lo aun mas sorprendente es que este fenómeno ya no solo forma parte de lasféminas, sino que los caballeros ( que de esto para nada se caracterisa el sinaloense) tambien han pasado a las filas de el buen vestir si es que asi se le puede llamar, luciendo esas "hermosas" playeras estampadas de calaveras, espadas, plumas y claro con toque final de la pedrederia asi es señores piedras que rellenan dicho estampado, tambien se dan el lujo de colgarce rosarios de piedras brillosas, ostentosas piezas de oro segun el presupuesto del cliente que pueden variar entre los 500 el minimo y pasarce a exorbitantes miles de pesos por algo que siquiera saben su significado y en la creencia que solo por traerlo "Dios los protege".


"Parece que aquí a los culichis (hombres) les importa más la imagen que lo que dicen...les gusta parentar éxito y fortuna, sin que ésta sea verdadera, aquí un hombre puede solamente tener un pantalón y una camisa de marca muy cara, pero anda en camiones de tranporte público, sin más en la bolsa que unas cuantas moendas para su transporte" Comentario de una persona de la ciudad de México.

Se sabe que el estilo por lo sobre cargado esto considerado como parte de un gusto "barroco" con base al color oro el cual es excelente para aparentar poder económico: sea cierto o no, lo importante es siempre APARENTAR.

Los dejo con una muestra de una parte de sinaloa, por que debo admitirlo no todo es asi, o mas bien no todos son asi.

El cine mexicano

A pesar de los grandes esfuerzos y notables logros obtenidos a nivel nacional e internacional, el cine mexicano sigue enfrentando grandes problemas para consolidarse como una industria que produzca y difunda con éxito producciones cinematográficas de calidad. Efectivamente, la vieja cantaleta, “México: tan lejos de Dios y tan cerca de los gringos” es un lugar común que da fe de la situación cultural tan adversa que coarta el desarrollo del cine nacional, entre otros sectores. Es cuando vale la pena recordar contenidos tan provocativos como el expuesto por el documental “Y tú, cuánto cuestas?”, de Olallo Rubio, donde se exhibe con claridad la esquizofrenia política -por llamarla de alguna manera- que padecemos muchos mexicanos, odiando y consumiendo a un tiempo el “american lifestyle”, principalmente en cuanto producción cinematográfica se refiere.

Con no poca tristeza vemos como semana a semana, los congales del cine, los llamados Cinépolis y Cinemex, asaltan indiscriminadamente a un público inerme, desinformado e inculto -60 pesos cuesta el boleto de entrada actualmente- que ansía deglutir el más reciente estreno de acción, terror o suspenso baratos, cortesía de la monstruosa industria cinematográfica norteamericana que, si bien escupe miles de películas porquería anualmente, se puede dar el lujo de controlar y dominar el mercado mundial del cine con tal solo…ochocientas películas. Sería menos pernicioso que esos malls del cine se limitaran a vender el entretenimiento insulso que consume el grueso de la población. Sin embargo, como veremos más adelante, también inciden negativamente en la –ya de por sí escasa- difusión de las películas mexicanas de calidad.

No obstante, ese afinado instrumento de neocolonialismo mental que es el cine hollywoodense –no todo lo que se produce en el Norte es despreciable, cabe mencionar- no gozaría de tal bonanza de no ser por la muy precaria situación socio-económica que prevalece en el país, aunado a la reducida oferta cultural disponible. Para la vapuleada clase media, especialmente el sector de los jóvenes, el cine comercial es el típico remedio que calma las ansias de entretenimiento y hasta de un mínimo prestigio social. Se trata las “nuevas cavernas”, diría el durísimo José Saramago en abierta referencia a la alegoría platónica: las plazas comerciales con sus cines y escaparates, espacios cuidadosamente cerrados y aislados que nos sustraen de la dolorosa realidad que vivimos, manufacturando sombras, fantasmas que se acogen como una mejor realidad. En palabras del realizador Carlos Enderle: “es innegable el hecho de que al público mexicano no le gusta verse reflejado en el cine.”

Por si fuera poco, la cultura se sigue percibiendo como un producto caro, aburguesado y hasta de poca utilidad o satisfacción, pues no ofrece –se cree erróneamente- la risa fácil o el desfogue de testosterona que provoca, por ejemplo, un fabuloso filme como “Los Indestructibles”, protagonizado por los jovenazos del safari, Sylvester Stallone, Dolph Lundgreen y Jet Li, entre otros. (¡Y qué decir del ya jurásico Terminator! Cómo nos caga el racismo gringo pero qué bien lucía el mamado androide de Schwarzenegger en la saga , el mismo pseudoactor que todavía funge como governator del estado de California, entidad donde siguen cayendo a granel los palos propinados por la migra). Un Gustavo Sánchez Parra, o los mismísimos Gael y Diego evitan sabiamente competir contra los transgénicos stallions del mainstream -aunque las ligerísimas comedias mexicanas como Niñas Mal le hagan el juego a Hollywood- pero tampoco termina de cuajar la idea de un cine o producción cultural propios con características propias, a pesar, se reitera, de los grandes logros y avances obtenidos por pequeños colectivos e individualidades, pues no hay un público cautivo importante que haga posible el despegue de estos rubros.

¿En quiénes recae la responsabilidad de educar culturalmente al pueblo cuando se hace patente la claudicación del estado mexicanos ante los poderes fácticos?

El Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla dio auspicio, diez días atrás, a un rico y muy interesante ciclo de cine mexicano contemporáneo, con presencia de actores y realizadores de las películas proyectadas. Un seguro servidor asistió a dos funciones: Crónicas Chilangas (Dir. Carlos Enderle, 2009) y Desierto Adentro (Dir. Rodrigo Plá, 2008) En el caso del primer filme, el invitado especial fue el director; para la segunda proyección el enviado fue Mario Zaragoza, protagonista de la historia situada en la época de la guerra cristera. (El actor mexicano tuvo cosas más importantes que atender en la UDLA, y ya no regresó a platicar con el público al término de la función, como había prometido). En esta entrega me avocaré únicamente a lo ocurrido en la presentación de las Crónicas.

Debo mencionar, sucintamente pero con justicia, que el CCU de la BUAP aún está muy lejos de ser un espacio cultural serio y consolidado, pues la inadmisible informalidad que prevalece en la administración del centro ha derivado en al menos tres cancelaciones de obras teatrales, todas de último minuto. Los dislates en la proyección del largometraje chilango brillaron con su presencia; de hecho, casi arruinan por completo el evento mismo. Pero primero demos una breve reseña sobre la ópera prima del Sr. Enderle.

Crónicas Chilangas es un trabajo muy completo y original del director oriundo de Ciudad Madero, Tamaulipas. La película hace gala de un reparto que ya envidiarían varios directores consagrados: Regina Orozco, Isela Vega, Silverio Palacios, Patricio Castillo, Rodrigo Murray y hasta la actuación especial de Polo Polo, entre otros. La riqueza de los personajes y las historias que entrelazan es notable, todo enmarcado en un guión extraordinariamente complejo, autoría del mismo realizador norteño. Claudia (Regina Orozco) es una trabajadora social cuya antigua relación de pareja alteró sensiblemente su sexualidad y la forma en que la practica; Fabián (Rodrigo Murray), director de una asociación altruista, echa de su trabajo a Claudia después de encontrarle en su oficina tremendos números de revistas de pornografía hardcore. Paralelamente se desarrolla la historia de El Jairo (Rodrigo Ostap), un joven zafado que está convencido de ser el elegido por los Men In Black para salvar a la Tierra de la invasión extraterrestre. Para lograrlo, debe colaborar con éxito en el secuestro autofabricado de un yuppie ambicioso y siniestro. La cuota de indignación y rabia es proporcionada por la historia de Juvencio (Patricio Castillo) y Anita (Isela Vega), amorosa pareja de ancianos jubilados que han empeñado hasta el alma para financiar el tratamiento médico de su única hija, postrada en cama debido a una terrible enfermedad discapacitante. El ritmo del largormetraje es fluido y las dosis de humor ingenioso no se dejan esperar. Cuando parece que las historias están tan entrelazadas que llegan a trabarse, Enderle resuelve con mucha destreza el desenlace de la película. Una trabajo que, para ser la ópera prima, merece ser calificado de excelente y ampliamente recomendable.

Abordemos ahora sí el pequeño incidente que contribuyó a la acalorada pero muy interesante sesión de preguntas y respuestas al término de las Crónicas. Cuando la proyección estaba por iniciarse, un error del proyectista, que no entendió el formato de la cinta, literalmente quemó unos 20 segundos de la primera escena del filme, para sorpresa de los espectadores. Esto sucedió instantes después de que mi compañero de asiento, un joven medio calvo y barbudo, saliera catapultado de su butaca exclamando “está mal!”, cuando recién comenzaba la función. Se trataba de Carlos Enderle. Su presencia en el cuarto de proyecciones no evitó la quemazón posterior que nos impidió conocer cabalmente las motivaciones de El Jairo, historia que da comienzo a las demás. Tampoco era crucial. En cuanto al incidente, en palabras del propio cineasta, “[yo] estaba echando espuma por el hocico, así que me dieron una botella de vino tinto para que le bajara de huevos.” No era para menos. Afortunadamente, después del percance todo transcurrió en la normalidad. Debemos agradecer –por increíble que parezca-, sin embargo, la inusitada negligencia que propició la embriaguez del director tamaulipeco, regalándonos así una memorable enseñanza de franqueza, pasión y tenacidad.

¡Qué bonito se siente cuando uno se encuentra con alguien igual de rabioso, amargoso, inconforme, renegado, y todos los demás calificativos ganados a pulso a lo largo de los años! Solo me falta lo decidido.

Carlos nos contó, aún con mucho coraje, como el IMCine y otras dependencias le dieron la espalda cuando pidió apoyo económico para su proyecto. En el IMCine le dijeron: “le falta fuerza al guión”, pero en el Festival de Cine de Gualajara de 2009 su película ganó varios premios, entre ellos precisamente el de Mejor Guión. Enderle acusó sin cortapisas a Gael y Diego de dirigir lo que él mismo llamó la nueva “aristocracia del cine mexicano”, que decide cuáles filmes están a la altura del cine independiente o cultural, y cuáles no. “Si eres chico Cananá ya tienes el ciencuenta por ciento del camino recorrido.” Uff! Qué duro! Después de que las puertas se le fueron cerrando una a una, el de Cd. Madero resolvió: “que chinguen a su madre los de IMCine y todos los demás! Yo voy hacer mi película por mis huevos y con mis propios medios!” El realizador tampoco vaciló en atacar al duopolio de salas de cine; palabras más, palabras menos: “cuando sucede que estos señores llegan a proyectar algo de cine mexicano independiente en su salas, como casi no hay quórum en las funciones, le bajan a la calidad del sonido durante la proyección para ahorrase insumos, de manera que los parlamentos se escuchan como si los actores estuvieran hablando dentro de una olla.” Ese ataque a los dueños de los cine-malls fue también un ataque velado a la apatía del público mexicano. Prosiguió: “discutía con una amiga a la que no le gustó mi película porque ‘tiene demasiadas groserías ’… como ‘muchas películas mexicanas de actualidad’…” A lo que él replicó: “las pendejas películas de acción y terror hollywoodenses tienen igual o más groserías, que no te las traduzcan o tú no las entiendas es otra cosa!”

La película fue producida con un presupuesto raquítico de menos de 500 mil pesos. Enderle se endeudó hasta las chanclas y sobregiró las tarjetas de crédito para conseguir el dinero que su empresa necesitaba. Todas las escenas fueron rodadas “uno a uno”, nos explicó, que quiere decir que no hay segundas tomas, pues no había material para repetir ni un solo fragmento de secuencia. Abundó en que los salarios que les pagó a actorazos de la talla de Isela Vega fueron de una cantidad simbólica: “les pago esta modesta cantidad para que no piensen que están trabajando de gratis, en cuanto me caiga algo (de las taquillas del cine) les paso otra feria.” De no ser por la enorme contribución que hicieron estos histriones, la película no hubiera sido lo que fue. Así lo afirmó el egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, quien humildemente nos compartió que su formación, evidentemente, no es de cineasta sino de comunicador.

Finalmente le preguntaron a Carlos qué fue lo más difícil de toda la aventura que implica filmar una película en las condiciones en que él la filmó, a lo que el chilango por adopción respondió somera y contundentemente: “nada, una vez que tienes un objetivo y te propones lograrlo, no existe algo difícil.”Así que, estimado y desprevenido lector, si queremos vernos, admirarnos y cuestionarnos a nosotros mismos, a través del reflejo que el cine mexicano de calidad puede proveer, ayudemos a Carlos Enderle, y a los que viene atrás de él, a pagar sus tarjetas de crédito.

domingo, 17 de octubre de 2010

La amenaza nuclear

“Es verdad que la bomba no ha destruido al mundo, pero ha destruido nuestra idea del mundo. La mera existencia de la bomba pone entre paréntesis al progreso y sus quimeras. La bomba refuta por igual a Marx y a Spencer, al revolucionario y al evolucionista.” Octavio Paz.

El inevitable Fidel Castro ha publicado en fechas recientes un artículo acerca de la guerra nuclear que se avecina y la consecuente extinción de la especie humana. Sí, así como lo leyeron, la extinción de la especie humana. Realmente el tema no es nuevo: la mayoría de las naciones del mundo entero sufrieron toda la Guerra Fría temiendo el acabose. Curiosamente, hace unos 6 años leí un editorial en Los Angeles Times que ya planteaba la urgencia de controlar la carrera ignominiosa que nunca se acabó, la carrera armamentista nuclear. El texto hablaba específicamente sobre las 2500 armas nucleares norteamericanas que están en “modo espera-de-gatillo”, donde cualquier error –informático, de detección, tecnológico, demencial o el que se les ocurra- incidiría directamente en el exterminio de los miles de millones de seres humanos que habitamos en la Tierra. El firmante el texto fue ni más ni menos que Robert McNamara, ex Ministro de Defensa de los presidentes Kennedy y Johnson, y veterano de mil guerras que dedicó gran parte de su vida a hacer este planeta un lugar más hóstil y más lleno de odio y devastación. El militar dirá que todo fue en nombre del bienestar del pueblo norteamericano y sus intereses. Irónicamente, este insigne estratega bélico dedicó sus últimos días a resarcir un poco de su gloriosa obra.

Pues bien, ahora Fidel Castro es el que nos envía la terrible alarma, irónicamente también. El comandante Fidel, cabe mencionar, discutió personalmente con el extinto McNamara, mucho tiempo después de la crisis geopolítica mundial ocasionada por el posicionamiento de misiles nucleares rusos en Cuba, en plena Guerra Fría. Según McNamara, Fidel le espetó en su cara: “yo iba disparar esos misiles si ustedes (los norteamericanos) nos disparaban los suyos…, y usted hubiera hecho lo mismo si hubiera estado en mis zapatos.” En aquéllos días la especie humana en verdad estuvo a un tris de perecer. Ahora es más o menos lo mismo, pero mucho peor. Por un lado, hay muchas más potencias nucleares que en el pasado (agreguemos Israel, India, Pakistán, China, Corea del Norte, y aunque se niegue, Irán) y por el otro, la maquinaria neoliberal, después de la cortina de humo llamada crisis financiera global, está más fuerte que nunca y más ávida dominación.

Y ya mejor me callo porque la verdad lo que van a leer sí está como para prender los focos rojos. Me limito a citar algunas partes del extenso compilado de fragmentos que Fidel nos ofrece. Los fragmentos provienen en su mayor parte de un –se sospecha mucho más extenso- discurso impartido recientemente por el economista, investigador y profesor emérito de la Universidad de Ottawa, el eminente Michel Chossudovsky, pronunciado el discurso en la Universidad de La Habana. En otras palabras, voy a copiar ciertos párrafos del texto de Fidel, que a su vez son partes que él se fusiló de la conferencia de Chossudovsky. Si quieren leer el artículo completo, aquí está el link.

http://www.jornada.unam.mx/2010/10/08/index.php?section=opinion&article=024a1mun

Dentro del limitado espacio de nuestras relaciones, hemos tenido la posibilidad en menos de tres semanas de recibir dos eminentes personalidades. El primero, Alan Robock es investigador y profesor emérito de la Universidad de Rutgers, New Jersey. El científico norteamericano, trabajando junto a un grupo de valerosos colegas, demostró y llevó a su actual nivel la teoría delInvierno Nuclear. Bastarían 100 de las 25 000 armas nucleares estratégicas que hoy existen -nos explicó- para que se ocasione la tragedia.

“…cualquier país que en estos momentos esté considerando la vía nuclear necesita reconocer que estaría poniendo en peligro no sólo a sus propias poblaciones sino también al resto del mundo.”

Robock citó las palabras de Einstein:El poder desencadenado del átomo lo ha cambiado todo excepto nuestras formas de pensar, y es por ello que avanzamos sin rumbo hacia una catástrofe sin precedentes.

Mi respuesta al noble científico fue:No hacemos nada con conocerlo nosotros, lo que hace falta es que lo conozca el mundo.

Y luego lo de Chossudovsky.

Hoy día quisiera enfocar mucho más la cuestión de la aventura militar que se está llevando a cabo. Es una alianza de Estados Unidos, de la OTAN y de Israel, es un proyecto militar; pero, a su vez, es también un proyecto económico, porque es un proyecto de conquista económica.

“…estas operaciones militares corresponden [...] a objetivos de tipo económico [...] el objetivo económico más fundamental son los recursos de petróleo y de gas natural [...] el este del Mediterráneo hasta las fronteras chinas, y del mar Caspio al sur de Arabia Saudita [...] Medio Oriente-Asia Central, y esta región -según los datos- encierra, más o menos, un 60% de las reservas mundiales de petróleo y de gas natural.”

Se formuló después del 11 de septiembre la doctrina de guerra preventiva y de guerra nuclear preventiva [...] era justo, en base a los objetivos de lucha contra el terrorismo, utilizar nuestra arma nuclear en contra de ellos, y en las distorsiones mediáticas se presentó, incluso, a Bin Laden como una potencia nuclear [...] son los poderes nucleares no estatales [...]los poderes nucleares no estatales están en alianza con Irán que -según ellos- es una potencia nuclear, aunque no hay ninguna evidencia de que Irán tiene el arma nuclear.

Ese es el discurso y desgraciadamente ese discurso ya está apoyado por unos cuantos gobiernos, [...] todos los gobiernos de la OTAN e Israel están apoyando la opción de una guerra nuclear preventiva en contra de Irán [...] que Irán apoya a Bin Laden y que es necesario imponer ‘la democracia’ a Irán por la utilización del arma nuclear.”

…estamos realmente en una coyuntura donde el futuro de la humanidad está afectado, porque si hay un ataque nuclear a Irán -como ya se está anunciando, y hay preparativos de guerra desde el 2004-, eso significa que, primero, en esa guerra del Medio Oriente, Asia Central, que ahora está limitada a tres teatros, Afganistán, Iraq y Palestina, vamos a ver una escalada del proceso militar con la posibilidad de un escenario de guerra, la tercera guerra mundial.”

“…en el año 2002 fue lo siguiente: Hubo una campaña de propaganda dentro de las fuerzas armadas diciendo que el arma nuclear táctica era segura para la población civil [...] safe for the surround civilian population, sin daño a la población civil alrededor del sitio donde hay la explosión. Eso fue para la bomba nuclear que ellos llamaron mini-niuk -mini-niuk quiere decir pequeña bomba nuclear. [...] en la ideología, en la falsificación científica se presentó esa nueva generación de bombas nucleares, como siendo muy distintas de la bomba estratégica. [...] Yo tengo un paquete de cigarrillos, yo no sé quién fuma aquí; ‘Fumar puede dañar su salud.’ [...] Lo que el Pentágono hizo: ha cambiado la etiqueta, con el aval de científicos vendidos, cooptados han cambiado la etiqueta de la bomba nuclear. [...] ‘Esa bomba nuclear es segura para la población civil, es una bomba humanitaria’. No estoy exagerando, pueden consultar los documentos al respecto. [...] es propaganda interna, es propaganda en las mismas fuerzas armadas, son esas palabras -safe for the surround civilian population- [...] como ustedes saben, es como si uno estuviera utilizando una cámara de video, hay un manual para esta bomba.”

*Ilustración de Nancy Ohanian

viernes, 15 de octubre de 2010

Como un grano de cebada. II y última

En México como en todo el mundo –sonó a spot cervecero- existen millones, quizá a nivel global sí sean cientos de millones de personas las empleadas en condiciones informales, inciertas, inseguras y hasta ilegales. El hambre y otras circunstancias obligan a estos explotados a soportar el régimen laboral injusto al que son sometidos. Recordemos que Tlaltecuhtli nos hablaba recientemente sobre cómo una obrera veracruzana es utilizada como mano de obra baratísima después de haber pasado satisfactoriamente una infamante prueba de embarazo, todo esto en la bapuleada Cd. Juárez. En realidad le salió barato a la oriunda de Mina , al menos no murió calcinada y arrumbada en una mina como sucedió con los 65 trabajadores de Pasta de Conchos, cuyos cuerpos, a la fecha, siguen tan sepultados como cualquier institución o política integral verdaderamente protectora de los derechos laborales de los mexicanos en este país. Fiu!

Hay otros que por cuestiones menos comprensibles se exponen innecesariamente a escenarios laborales bastante inciertos. Tal es el caso de un servidor. Me ofrecí como administrador, mesero, bartender y en pocas palabras, chacho en general de un bar de feria, en ésta que todavía no termina de Pachuca 2010. Por eso mencioné que en la ciudad hidalguense fui a desarrollar un “trabajo”, concepto etéreo y escurridizo que todavía no puedo asir para describir lo que significa en estos días. Sea lo que fuere, creo que tuve un trabajo, fugaz, pero trabajo al fin.

Hablando de las políticas que urgen en México, mi experiencia me hizo cuestionarme sobre si existe una verdadera política de salubridad en nuestro país, o si sólo nos limitamos a repetir como guacamayas año con año las mismas recomendaciones para evitar focos de dengue, cólera y otros azotes (están también, desde luego, las muy respetables campañas de vacunación). Advertencia: intentaré ofrecer una explicación del porqué de mis cuestionamientos a partir una herramienta muy sencilla: el sentido común, pues no soy ni diseñador ni contralor de políticas públicas, ni mucho menos. Pues bien, partiré del siguiente cuestionamiento: ¿es posible que una feria convencional, como todas las otras ferias de cientos de pueblos y ciudades de toda la república, cumplan con un estándar mínimo de higiene y salubridad? Por simple y rudimentaria lógica, en una feria donde hay disponible un solo grifo de agua por cada 50 puestos, ¿es creíble que los productos alimenticios ofrecidos en el evento cumplan con una higiene mínima?

Nuestros gallardos inspectores de la SSA hacían sus rondines de cuando en cuando por los pasillos de la feria donde se ofrecían alimentos y bebidas. Sin saludarme y con poca o nula amabilidad, me sentenciaron en más de una ocasión: “no puedes preparar bebidas sin cofia, cubrebocas y mandil; sino cumples, te clausuramos”. Sino saludaban, muchos menos decían adiós. En otras oportunidades, además, espetaban: “no puedes tener vasos escarchados sobre la barra esperando a ser servidos.” Me explico: para adelantar un poco de trabajo y en los ratos de ocio, nos dedicábamos a escarchar con chile y limón la boca de los vasos de cerveza donde después, cuando hubiera más chamba, se serviría la codiciada bebida embriagante. Tampoco se podía, porque “se contamina”. Después de haber sufrido una injusta clausura administrativa, lo que menos necesitábamos era una nueva clausura por motivos de salubridad. ¿Alguna vez han visto un bartender que use cubrepelo?

¿De dónde sacan nuestras autoridades estas disposiciones? Nadie nos ofreció un manual o reglamento de salubridad que nos ilustrara cómo y porqué cumplir una sola de las misteriosas y obligatorias normas. Y por otro lado, los inspectores de la dependencia oficial, ¿se toman siquiera la molestia de revisar la infraestructura del reciento ferial previo al evento, para darse una mínima idea de cómo no se puede cumplir, ya no con sus oscuras disposiciones, ni siquiera con la higiene mínima que las buenas costumbres nos han enseñado? Es decir, por lo que yo sé, un auditor o inspector, de salubridad, calidad, o de lo que sea, debería revisar algún registro o plano de lo que va auditar. En estos documentos, los lacayos de la SSA deberían constatar el número de tomas de agua, coladeras, accesos de ventilación en espacios cerrados y baños que las instalaciones de la envergadura de una feria tienen y –otra vez- deberían tener, previo a la inauguración del evento evento. ¿Estoy exigiendo demasiado?

Si alguna vez han ido a cualquier feria se habrán percatado de ciertos puestos de comida donde te ofrecen cualquier suerte de antojitos y platillos exóticos: desde mixiotes de carnero, pasando por la inexcusable birria, hasta filetes asados de avestruz. Nuestro bar se localizaba, perpendicularmente, mero en frente de uno de los pasillos de estos expendios. Me llamó la atención que el parrillero o primer cocinero de la plurifonda que me quedaba más cerca, jamás utilizó cubrepelo en las más de dos semanas que estuve observándolo desde mi trinchera bartenderil . Más aún: jamás pude constatar que ningundo de los varios cabritos que exhibían día y noche fuera consumido ni siquiera en un treinta por ciento en un solo día, aunque todos los días asaran un nuevo ejemplar.¿Tirarían a la basura un cabrito entero que nadie consumió? Por supuesto que no. La peste y el mosquerío ocasionados por los caprinos fritos y refritos eran descaradamente sofocados quemando chile a cualquier hora, provocando que locatarios y visitantes sacáramos las vísceras por la boca debido a los accesos de tos. Todo mundo sabíamos que era insano comer en esos lugares, pero todo mundo nos callamos, ¿hicieron algo al respecto nuestros ejecutivos de la SSA?

Abundemos ahora en el aspecto del agua y la limpieza. Me parece que a cualquiera nos gusta comer en un traste limpio, así nos sirvan en él un puñado de cacahuates para botanear. A mis compañeros de chamba poco les importaba si el cuchillo y la tabla que utilizábamos para cortar los limones, los recipientes donde se guardaban el jugo de limón, las salsas y el chile estuvieran limpios diariamente. Ya ni hablar de los trapos. Como no podía soportar tal valemadrismo, yo, que soy un cerdo, me autonombré lavador de trastes oficial. Era todo un rito. Todas los días había que cargar en una cubeta los utensilios sucios, desplazarse más de 40 metros hasta el grifo más cercano y rogar a Dios que no hubiera tanta cola en la llave del agua. Los compañeros locatarios siempre se aprovisionaban con baldes y garrafas del vital líquido. De cuando en cuando uno de ellos iba a enjuagar un trapo o una cazuela. Mi método era más o menos el siguiente: dentro de la cubeta, remojar en agua y jabón los cuchillos, bandejitas de cacahuates y vasos de vidrio. Ya remojados se les daba una tallada con la fibra, y se enjuagaban uno por uno con el chorro del grifo. Todo esto en cuclillas. Con los trapos era menos procedimiento pero más fatiga pues había que tallar mano a mano. Extenuado y frustrado les exclamé a mis compañeras de lavadero, que me miraban absortas: “sería mejor si al menos hubiera una pinche piedra contra que tallar, como en el río”. Jamás –oootra vez con los jamases- vi que nadie llevara su propio jabón para lavar nada. Algunas veces, eso sí, me pidieron prestado de mi menguante bolsita de medio cuarto de kilo de detergente Roma. ¿En dónde diantres lavaban sus cosas si los stands no contaban con toma de agua propia?

Volviendo a los detalles, si tener vasos escarchados sobre la barra origina un foco de contaminación aerobia, ¿no sucedería lo mismo con los cabritos de enfrente? ¿Y con los flanes napolitanos que de milagro no volaban de sus platos, exhibidos así, pelones y a la intemperie, con el tremando aironazo que hace en Pachuca? Si hay un distintivo H, el de la feria debe ser de HUEVA. Es evidente que nuestros inspectores solo van a cubrir una cuota de apariencia. En la entrega anterior compartíamos la opinión de un chilango, que afirmaba que en Pachuca lo que pega es el bluff, las apariencias. Pues bien, afirmo sin temor a equivocarme –aun con toda mi ignorancia sobre el campo de la salubridad-, que nuestros inspectores solo aparentan cumplir con las disposiciones de salubridad –si las hay-, porque si de veras las cumplieran, sencillamente nunca hubiera habido una Feria de Pachuca 2010. Ante tan flagrantes prácticas antihigiénicas, no cabe la menor duda de que poco les interesa que la comida sea bien preparada y los trastes donde la sirven estén limpios. “Si pones un huevo, cacaraquéalo”, dice el adagio popular; yo podía agregar, “y sino lo pones también cacaraquéalo, el chiste es que suene”. Por favor, Balam! No seas aguafiestas! En tiempos de crisis no nos podemos dar el lujo de echar a perder ferias.

Así, cacaraqueando, se marcha de sus funciones el gobernador de Hidalgo, Miguel OZorio Chong –no me equivoqué, su apellido debe escribirse con “Z”, en memoria de la temida banda criminal que gobierna de facto la ciudad. OZorio ya debió haber descubierto eso de que el bluff sí funciona. No por nada atiborró con su inefable rostro todos los banners populistas que tapizaron el pabellón artesanal de la feria: OZorio sonriente abriendo junto a un par de niños la llave de una presa; OZorio apasionado ofreciendo un patriótico discurso a una muchedumbre de proletarios acarreados del campo –si hubieran visto los rostros de los campesinos; OZorio, entregado como ninguno, dando la primer palada que detonará la construcción de un nuevo camino.

Sus esbirros priístas también saben que aparecer en los medios es crucial. Demos voz también a los encargados de llevar a cabo tan magno evento. En la portada de un numero reciente de la revista “Chic” –definitivamente lo chic es lo de hoy!-, editada por el intelectual Milenio Hidalgo, aparece la flamante, exuberante e irresistible Lietza Rodríguez, directora de Operadora de Eventos, organismo creado para la gestión de la feria pachuqueña. La egresada de la carrera de licenciatura en administración por la UAEH tiene una obsesión: su Blackberry. También prefiere una ciudad! Madrid. Y por supuesto que tiene una playa favorita! Cancún. La historia de la chica en la portada es, sin lugar a dudas, una historia de éxito, y eso hay que celebrarlo. El brillante reportero pregunta a la prominente mujer: “háblanos de tu faceta como directora de la operadora”. Ella, textualmente: “valoro mucho la importancia de este evento al que el Licenciado Miguel OZorio le da tanto valor. Es un concepto que él tiene sobre el desarrollo humano. La feria es una alternativa para que las familias encuentren un espacio de sana convivencia, donde se rescatan los valores que, al fin y al cabo, nos construyen como personas.” Wow! Desarrollo humano!

Después del rotundo fracaso laboral y del sabor amargo que éste me dejó, me pregunté:¿qué hicimos mal? Claro que hicimos mal muchas cosas: nos faltaron ideas, hacer propaganda, experiencia en el ramo. Sin embargo, creo que el más grande error fue equivocar la elección del giro. Debimos habernos concursado en la licitación de un operador de eventos para la feria o, mejor aún, debimos haber licitado para ser el proveedor único y exclusivo de alcohol dentro la feria –Grupo Modelo-, que tenía la todo el poder de vender la cerveza más cara de lo que ellos mismos lo hacen afuera de la feria, y los locatarios, “por cuestiones de logística”, tenían la obligación de comprarles dentro de la misma. Ellos sí que fueron a barrer el dinero. Para el primer caso nos faltó ser amigos del partido gobernante y algunos millones. Para el segundo caso nos faltaron unos 5 mil millones de dólares para montar una planta y competir contra el duopolio cervecero, Modelo y Femsa, que acaparan, a lo largo y ancho del país, desde el Festival Cervantino hasta la feria de San Juan de las Pitayas.

Mejor me quedo con las ganas de ser y el entusiasmo auténticos del grupo “África en las venas”, compuesto por 5 pachuqueños + 1 bailarina jalapeña, a quienes no les importó la temperatura de 7 grados para cantarnos y bailarnos descalzos música de Nigeria y de otras partes del continente de ébano. Estos paisanos aliviaron mi estado de ánimo, fatigado después de escuchar día y noche canciones tan llenas de gloria como “El enamorado”, y su mil veces repetido estribillo: “Laaaaaaaa banda norteña, los carros del año, las mejores plebes las traigo a mi lado…” Y qué decir de esa canción que es todo un himno de género, “Las plebes de arranque”, esas señoritas que “se perfuman con Armani y se pistean con Buchanan’s…, son las plebes de arranque, que les gusta andar al cien, en su bolso traen billetes, una escuadra y su nextel, su delirio son los hombres, paseándose por doquier…” (!!!)

Chéquenlos.

lunes, 11 de octubre de 2010

3 DEV ADAM

A que no se la sabían...



¿ACASO ES BURLA?

México contra Venezuela, el partido de la selección tan esperado (aja). Después de una fiesta de los seleccionados, cartas de jugadores que decidieron no ser convocados a la selección, ser dirigidos por un director técnico interino y un drama sin fin que no cabe aquí seguir recordando.
El que halla o no partido no es lo que nos interesa en este blog, (desde hace tiempo esta blogera perdió el interés por el futbol) resulta que para este partido estará presente Felipe Calderón con un cerco de seguridad y un gran dispositivo que se dispondrá para que todas las personas ese día puedan asistir al partido.
Se espera que ese día, las familias puedan ir al partido, las mujeres se arreglen para llegar al estadio, las porras preparen sus gargantas y todos, absolutamente todos olviden donde viven, lo que sufren, la inseguridad de la que son victimas, los feminicidios, en fin todo se olvida el día 12 de Octubre que será ese partido en Ciudad Juárez.
¿Acaso es burla, solo un día del año Juárez puede salir de su violencia, dolor y muerte para congregarse con la verde porque los acompaña FECAL?
¿Entonces, tenemos que realizar la liguilla en Ciudad Juárez, Monterrey, Tamaulipas o Michoacán para que no haya violencia?
¿Hay que reorganizar la agenda de Calderón, para que asista a todos los partidos de la liguilla y la selección? De ese modo garantizarían la seguridad de los estados mínimo un día al año.

Es una lastima que solo un día del año se pueda ofrecer seguridad a la ciudadanía, ese día si pueden salir los jóvenes y los niños a la calle sin miedo a que los maten, ese día en Juárez no se permiten feminicídios, el día del partido pueden regresar los negocios mexicanos que ahora están en el Paso.
No lo olvides solo es el 12 de octubre, no quieran realizar una fiesta después del partido para celebrar el triunfo o fracaso de la selección, después no pidas salir y sentirte segura ya no habrá ese dispositivo de seguridad.

sábado, 9 de octubre de 2010

Como un grano de cebada. I

“Como un grano de cebada es chiquita la Cecilia, la Cecilia es chiquita como un grano de cebada…” Así reza una canción huasteca que tuve suerte de disfrutar recientemente en un brevísimo pero importantísimo resquicio cultural. Ya habrán notado que los maiceros hemos andado muy musicales este año bicentenario. No es fortuito: la música es de las pocas cosas que alimenta el espíritu y el optimismo estos días –terapia musical para la disfunción espiritual, le escuché decir a una amiga. Sigamos opinando, pues, sostenidos del eje musical.

He tenido la oportunidad de visitar por motivos de “trabajo” la hermana ciudad de Pachuca –lo de hermana verán qué rápido se aclara, lo de las comillas en la palabra trabajo demorará un poco-, en particular la feria que cada otoño se lleva a cabo en “La Bella Airosa”, y de ciertas cosas alrededor de la ciudad minera y de su feria hablaré en el post de hoy. Debo mencionar, primero, que un servidor no es muy afecto a los jolgorios populares, pero después de haber visto tantas cosas, he cambiado sensiblemente mi opinión: hay un gran material que podemos compartir. Además, el “trabajo” es el trabajo.

Otro preámbulo. Por cuestiones de espacio y solvencia académica, no me voy a meter en las motivaciones que tiene el pueblo para abarrotar estas fiestas con tal de no seguir abonando a la imagen de ogro antipatriota y antimexicano que me he forjado. Octavio Paz ya nos ofreció una brillante disertación de porqué los mexicanos somos tan aficionados a las aglomeraciones, la fiestas y las ferias, y yo no tengo mucho más que aportar.

Estamos de vuelta en mi ciudad natal y en mi saco lleva más preguntas que respuestas: ¿se puede construir una versión lo suficientemente aproximada a una realidad local a partir de pequeñas versiones individuales recolectadas al azar? Expondré por sí solas esas versiones que me dan las buenas razones que tengo para creer que sí se puede. Ustedes juzgarán. ¿Quiénes son los pachuqueños? Esta pregunta se deriva de una ramplona calcomanía que anda circulando por toda la ciudad pegada en automóviles y taxis a manera de slogan político: es un slogan político. Según he indagado, la frasesita trillada la patrocina un líder transportista priísta y su “organización”, con el fin de hacer frente a las candidaturas de aspirantes venidos de fuera. Sin embargo, considero que le podemos dar otro enfoque a lo que implica la frase a partir de la propia triquiñuela propagandística. Por otra parte, de entre las pocas certezas que me deja esta experiencia, la siguiente sería la más sólida: ¡qué difícil es criticar lo que uno más quiere! (De esto último podemos dar fe con la tremenda rebatinga que se armó en este espacio a raíz de las opiniones sobre los festejos del bicentenario) Y otra pregunta: ¿Alguna vez habrá alguien que corra el altísimo riesgo de invertir en un local de libros dentro de una feria?

Vamos por partes. Primero, es difícil encontrarse a un verdadero pachuqueño en Pachuca –quiero decir pachuqueño de nacimiento- porque la horda de invasores chilangos, y de varias tribus más, ha copado la ciudad y la actividad económica. Sin embargo, sí logré a conocer a varios de estos connacionales. ¿Qué opinan de su ciudad? Un taxista: “la gente de mi pueblo es ‘rara’, como muy seca…” Lo de la gente “seca”, deduje, debe ser ocasionado por el clima semiárido que domina la región y que origina, por ejemplo, que no haya un solo árbol que mida más de 3 metros en todos los cerros que rodean la ciudad. Luego mi interlocutor sentenció: “…y es un mito que haya mucha afición de los Tuzos aquí en Pachuca, la afición aquí es muy villamelona, solo van a ver al Pachuca cuando vienen equipos ‘grandes’ como el América o las Chivas, porque aquí hay muchos chivas y águilas.” Esto último tendía a confirmar mi hipótesis de que hay menos pachuqueños de lo que uno podía pensar.

Después consideré que tal vez mi sincero conductor había tenido un mal inicio de día –aunado al hecho de que su parentela chihuahuense, de la que sí está muy orgulloso, es “a toda madre”-; uno no se espera ese tipo de declaraciones de un taxista todos los días y la convicción con que afirmó su visión realmente me sorprendió. No obstante, una joven estilista , con menos vehemencia pero igual claridad, confirmó lo aseverado por el pambolero chofer: “somos muy volubles… como muy secos” Oh my-fucking-god-that-does-not-exist! ¡He caído en un lugar plagado de “secos”! ¿Secos como un fósil? ¿En Cuernavaca somos “secos” o bien lubricados? No hay que perder la cordura, me dije. Después de todo Querétaro está muy cerca y ahí, todomundo dice, sí está bien chido y la gente es buena onda. (Mario, vocalista de la banda de nu-metal en español, Mari Lechuga, formada en Pachuca, ha defendido con no poco recelo sus orígenes queretanos ante mis provocaciones. Agrego: pero si hasta producen vino! ¡Qué nice! Cualquiera que conozca Santiago de Querétaro sabrá que lo nice se respira en cada esquina de la ciudad).

Me parecía evidente que el desarraigo está a flor de piel en la gente de Pachuca. Los flamantes monumentos y caminos volados de cemento hechos al vapor –multidistribuidores viales, pomposamente les llaman-, que conmemoran los mismos héroes de siempre y los mismos hechos históricos de siempre tratan –quiera el cielo que al menos eso tengan de bueno- de crear o refundar una identidad pachuqueña –la que le conviene al priísmo local y nacional-, acompañados por supuesto de la “tuzomanía” metida con calzador: en Pachuca encontramos el Tuzo Forum, cortesía de los Hoteles y Gulags Camino Real; la quinta Tuzos, el Club Tucitos de fútbol, y por supuesto el infaltable Huracán, casa de los Tuzotes del Pachuca. Enésima pregunta: ¿se logra una verdadera identidad con toda esta parafernalia?

Como en todos los demás estados, Hidalgo es una entidad que refleja muy nítidamente los muchos Méxicos que existen. En la capital hidalguense encontramos, por un lado, el México de la Plaza Galerías -¿cuántas malditas plazas construidas por ese grupo y con ese nombre habrá en todo el país?- y por otro lado tenemos el México del solitario y olvidado centro de Pachuca. Galerías está llena de curiosos día y noche, pero paseando en una tarde soleada de miércoles por el centro, poco falto para que me topara con mi propio eco. Pero ya sé por qué hacen esas plazas comerciales tan altas y tan anchas: es para que no se vean los barrios populares que están detrás de ellas, de donde se obtiene la mano de obra barata y poco calificada necesaria para operar esos congales.

En el centro de Pachuca no hay remozamientos para los pocos –pero muy significativos- edificios históricos que hay. Tampoco para las estrechas avenidas. La verdad no lucen mal, pero todo parece indicar que el espíritu bicentenario no aterrizó en el centro de la gélida ciudad ni para darle un nuevo brío turístico al primer cuadro: obtener, por ejemplo, una foto mínimamente decente de la fachada del edificio de Cajas Reales sería poco más que imposible debido a los 20 mil diablitos que cuelgan de los postes de luz que estorban la vista del inmueble (!!!). ¿Alguien ha visto postes de luz en la acera de Palacio Nacional? La gente, se nota a leguas, no está acostumbrada a ver turistas vagando. El comercio es tímido, el Parque Hidalgo, el más cercano al centro, está buenísimo para echar novio –y un poquito más- porque no hay una sola pareja que te haga competencia –el aire frío tampoco ayuda mucho para el arrumaco. ¿Acaso es que se fueron todos a la Feria? No necesariamente.

Una vez escuché que los libros de viajeros se deben leer con pies de plomo. Hagan lo mismo con mi reseña, pero permítanme afirmarles que Pachuca se parece mucho a Cuernavaca. Ambas están trazadas con las patas. Ambas poblaciones se quejan del creciente tráfico y, muy veladamente en el caso de los pachuqueños, allá también se quejan de los chilangos como nosotros. El crecimiento demográfico es híper desordenado. Hay auténticas manchas de conjuntos habitacionales emplazados en prados antes deshabitados y que no tienen vecindad unos con otros. Los ingenieros civiles artífices de los desniveles y otras vialidades –doble contra sencillo a que no son de Hidalgo siquiera- hacen curvo hasta el crucero más simple. Es muy probable que a esos constructores les gusten mucho los juegos mecánicos, pues varios de sus puentes erigidos tienen el ancho exacto de un solo carro, no de un carril vehicular, al estilo de una montaña rusa. (Todo este circo de concreto es, desde luego, en aras de “la creación de empleos”, entre otras cosas).

Un defeño residente de varios años en Pachuca me deslizó que lo que “pega” en esa ciudad es el bluff. Es decir, si quieres que un negocio o una actividad funcione, tienes que hacerlo muy vistoso y rimbombante. Algo hay de eso, pero esa arista será materia de la secuela de este intento de estampa sobre la ciudad “custodiada” por los Zetas. Prefiero concluir esta entrega con una puntada tierna. En la feria conocí a Iván, biólogo miembro de un club de cetrería que promueve la conservación de aves en peligro de extinción en Pachuca, y encargado también del stand de exhibición de aves rapaces dentro de la propia feria. El naturalista me presentó a sus amores: dos hidalguenses águilas de Harris, dos buteos –uno marrón y otro de cola blanca, el segundo oriundo de Chiapas-; una preciosa águila real macho traída del mismísimo pueblo en Zacatecas donde todavía habitan águilas reales en estado salvaje –si ven el documental “Los que se quedan”, de Juan Rulfo, sabrán el nombre de ese pueblo que ahora se me escapa, aunque no es el único por esas latitudes; dos halcones, un enorme y negrísimo cuervo real, también hidalguense–los cuervos que habitan el sur de California, recordé, son mucho más pequeños que esta especie, lo que fue confirmado por el biólogo- y uno que otro búho. Es obvio que el ave que roba cámara es la que forma parte de nuestro escudo patrio. ¡Hay tantas implicaciones en ese escudo y en esa ave! Iván me contó que una vez volaron el águila macho cerca de las montañas de Frailes en la ciudad pachuqueña. De repente, el águila fue atraída hacia un punto particular de la zona: se trataba de una pareja de águilas. Después de observar por largo rato el comportamiento de las tres felices águilas, los cetreros notaron que la hembra de la pareja local jalaba al macho fuereño a quedarse en el nido. ¡Sí! ¡Las águilas mexicanas son bien querendonas! Al macho no le queda más que resignarse, la hembra lo supera en tamaño –hasta 2.15 m de longitud con las alas extendidas. La custodia del ave norteña le pertenece legalmente a los del club – la Nación es la propietaria de los ejemplares-, por lo que no es conveniente dejarla en cualquier lugar. Afortunadamente casi nadie sabe que en esas altas montañas habita la hermosa pareja. Que así sea.

Pienso que los pachuqueños , como sus águilas, son más hospitalarios de lo que algunos creen…

("Deportaciones", cartón publicado por Boligán en El Universal. Por cierto, ya van casi 400 mil deportados de EU en lo que va de 2010, se congratularon Napolitano y Obama. Muy bien negrito de shit, vas muy bien, cada día te pareces más a tu innombrable predecesor)