domingo, 28 de noviembre de 2010

Cómo enseñar sin pretenderlo y cómo aprender sin estar en la escuela: Palabras para Luis Porter*


De Joelle Ortega

La actual cultura le da mucha importancia al habla, esto lo podemos ver principalmente en los sistemas de comunicación de masas. Todo el tiempo bombardeando con publicidad, consignas políticas, música comercial, la nota roja, noticias de espectáculos, etc. En una realidad paralela pasa lo mismo en la universidad, los profesores y alumnos hablan todo el tiempo, sin escuchar sus recíprocas dudas, sus intereses particulares, sus opiniones sobre lo que representa emocionalmente la producción y adquisición de conocimiento, etc. Es decir, vivimos en un lugar en donde nadie le ha dado importancia al silencio. Uno no puede hablar y escuchar al mismo tiempo. Uno necesita omitir el sonido de la voz —incluso interna- para poner debida atención y concentración a lo que se nos dice para poder evaluar, comprender estos mensajes y sobre todo su finalidad. Por lo tanto, la escucha implica silencio, pero no como resultado de dominación o sumisión involuntaria, sino como resultado de un proceso activo de concienciación atenta del otro, de lo que dice el otro, de lo que piensa y siente, de lo que es y quiere.

Esta escucha y este silencio no sólo se pueden comprender en el plano sonoro, auditivo, sino en todas las dimensiones de la realidad observable, por ejemplo, al leer un texto, tratar de comprender las ideas del autor y contextualizarlas en tiempo y espacio, relacionando sus conceptos con nuestra experiencia, interpretando esos pequeños detalles con nuestra propia sensibilidad para darnos una idea general de su sentido, de sus anhelos y utopías: eso es escuchar. Esto lo podemos aplicar de igual manera a una pintura, a una melodía, a unas palabras, a un gesto, a una caricia o a un beso. La escucha es comprensión y entendimiento, es hacer compatible nuestro sentido con otro desde un plano orgánicamente sensible e integral desde nuestro cuerpo. Podría concretar, en el sentido que nos compete que la escucha es en sí una pedagogía educativa, no uni ni bidireccional sino pluridimensional, cosa práctica realmente necesaria y urgente para nuestros días y para nuestras escuelas.

Concretamente, qué y cómo he escuchado a Luis Porter. Creo que la mejor forma de decirnos su mensaje fue llevarnos a su hogar. Abrirnos no sólo el espacio en donde vive, sino transmitirnos una idea, una forma y sentido de vida bajo la dinámica de una aventura de aprendizaje implícita. Todo empieza desde el lugar, en lo alto de un monte, donde la perspectiva de la ciudad es diferente, pero no ajena, sino observante y reflexiva. Su casa, de madera (y el olor de la misma) denota su apego a lo natural, a lo orgánico, a lo sensible, a lo noble; su arquitectura pareciera ser sacada de una pintura de Vermeer donde la decoración es un pretexto voyeur, de inquietante y constante descubrimiento. De la misma manera, sus amigos y acompañantes inseparables: los libros, que le han proporcionado una idea del mundo distinta, tal vez no aplicable —por ahora-, pero comprensible, porque cuando uno lee de verdad, esas ideas abrevadas se van encarnando inevitablemente con nuestro crecimiento y madurez, convirtiéndose generalmente en utopías que sirven —a los agentes sensibles, visionarios y críticos- para poder sobrellevar este mundo desgastado y desgastante.

El gusto de Porter por la comida y la música no pueden faltar en su casa, porque un pedagogo también es esteta, también es artista, así que degustar un vino también es un arte y una enseñanza, valorar el contraste que produce con los alimentos (como también en el caso de la música y sus sonidos) es valorar lo diferente, lo infinitamente diverso. El pedagogo, trasmite ideas tanto racionales como intuitivas. Por y desde nuestros sentidos, por y desde nuestra piel en el sentido de que todo nuevo saber debería enchinárnosla. De ahí se comprende que la escasez de lo estético sea el problema de que la educación no posea un significado emocional más profundo, más arraigado, y debido a esto, los saberes y el hacer se separan de nuestra vida, provocando una educación implacentera, indiferente e infértil.

Otra de las cosas que más me causó admiración e identificación con él, fue la relación de su familia con el arte y el amor que interpreto hacia ella: Un cuadro hecho por su madre, (que pareciera haber sido dibujado ayer y lo cuál denota el cuidado amoroso de un hijo que admira), y justo sobre un hermoso piano negro los retratos de sus padres. Enfrente, un cuadro contemporáneo de su hermana y de ella misma unos libros de arte sobre la mesa de centro, como si los revisara casualmente todos los días, como si fueran nuevos todos los días. Todo esto me habla y me da a comprender, de dónde puede venir una posición en el mundo y un sentido de vida, cómo nos construyen y nos construimos a nosotros mismos. Cuáles son todos aquellos factores sensibles para que se forme una persona más humana y principalmente por medio de una educación afectiva, artística, compleja, integral. Con todo esto creo (por desgracia) que los seres humanos sólo pueden crear amor y generosidad en la medida en que hayan sido educados para ello y esto ha sido una muestra.

La sensibilidad se construye, la idea de un mundo mejor y más perceptivo también, principalmente desde la familia. Por lo tanto, lo que he aprendido de Porter ha ido más allá de lo convencional, ahora esa experiencia placentera y de confianza de él hacia nosotros perdurará en mi recuerdo. Me demuestra que para enseñar o aprender, no se necesita estar en una escuela, ni se necesita hablar de educación. Se educa con el ejemplo. Bebiendo y compartiendo la leche de la humana ternura. Sencillamente con lo que uno es, con la propia sensibilidad creativa, con los valores finamente imbricados en las cosas y en lo que nosotros queramos que sean.

Pienso, que eso, ha sido lo más importante que me ha enseñado Luis. Y puedo concluir, que he hecho el ejercicio de guardar silencio y escucharlo.

Maestría en Desarrollo y Planeación de la Educación / UAM-X

México, D.F., 23 de noviembre de 2010

* Profesor Investigador UAM-X / Universidad de Harvard

3 comentarios:

  1. Bienvenido seas LIAV!!! Sin lugar a dudas tus opiniones aquí vertidas nutrirán este espacio...

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  2. Impresionante! Gracias por unirte a los maiceros!

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  3. Que encanto! magnifico! Que bueno que ya estes con los maiceros.

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