jueves, 6 de agosto de 2009

Dónde esta parada la Ciencia?


Este fin de semana pasado tuve la grata visita de mi único hermano, menor, Andrés, AKA "El Gusano Ciego", "FK", "Mi herdanito" o simplemente "Gusano".

Mi hermano estudia Física en la Universidad de Guadalajara, o sea, es León Negro. Como está loco, y no teniendo suficiente con estudiar tan demandante carrera, trabaja como "Ingeniero de IT Helpdesk" en la tercera manufacturera a nivel mundial, ubicada en la zona metropolitana de la Ciudad de Guadalajara. Le va muy bien al boludo. Ah! Entre sus metas a corto plazo está aprender todas las lenguas habidas y por haber; ya habla inglés, portugués, y por supuesto español. Los sábados está yendo al alemán.
Pero no crean que estoy haciendo una apología del Gusano!

El Gusano siempre ha sido poco más que un dolor de cabeza para propios y extraños. Como buen producto del sistema educativo prevaleciente, le importa muy poco lo que puedan decir las ciencias sociales sobre el origen y posibles soluciones de los múltiples problemas que nos aquejan en esta obscurísima época que vivimos. No lo juzgo, a la gran mayoría de los científicos sociales les importa muy poco lo que la ciencia dura pueda hacer por la crisis ambiental de nuestra agonizante Tierra.
Sin embargo, El Gus, tiene grandes miras: organizar la Revolución. Para ello ya se ha chutado las sentencias más subversivas contenidas en la Guerra de Guerrillas de Ernesto Guevara. Una vez alcanzado el éxito revolucionario, encausará, mediante la todapoderosa Ciencia exacta, todos los esfuerzos necesarios para erradicar, uno a uno, los azotes energéticos, climáticos y alimentarios que hoy en día nos aquejan... y fue cuando nos pusimos a discutir.

Provocador cual soy, le espeté algo de lo que estoy convencido: "la Ciencia está al servicio del Capital". Irritado me respondió un tajante: "estás pendejo". Enseguida me recetó múltiples ejemplos de varios de sus compañeros que estudian Física de manera prístina y desinteresada: los clásicos "desprendidos" que llevan toda la semana el mismo pantalón raído o, por otro lado, los grandes investigadores, cuyos brillantes trabajos se han quedado en el tintero gracias a gobiernos belicistas neoliberales como el del infando George W. Bush. Como contrarréplica argumenté que estaba olvidando a los múchos científicos que venden su alma a los terribles consorcios farmacéuticos o agroquímicos como Glaxo, Monsanto, Pfizer, etc, etc, etc, y que consagran su saber a privatizar la vida o el conocimiento empírico de culturas antiguas. El aprendiz de físico se concretó a decir: "Esos son científicos sin ética".

Muy cierto! Pero siguen siendo científicos, y la inversión que se hizo en la educación de estos eminentes cerebros no ha sido en nada retribuida a la magra sociedad que pagó sus magros impuestos, con su millonésima parte - en teoría- destinada al fomento de la ciencia, de los centros de investigación y del tan cuestionado Conacyt.

Lo que me lleva a la nota de hoy: el Conacyt entregó 2 mil millones de pesos a empresas para "estimular la inovación científica y tecnológica". Entre esos 2 mil millones están 36 millones para Volkswagen, 26 millones para Kimberly Clark y 18 millones para Monsanto. El programa mediante el cual se entregaron estos recursos -magros también, considerando que no son pocos los organismos internacionales que han denunciado a México como uno de los países que menos invierten en investigación científica, tiene como principal condicionante que las embresas benificiarias tengan vínculos con centros de investigación y universidad públicas. Supongo que eso, mi querido Gusano, tampoco tiene nada que ver con el hecho de que la ciencia esté al servicio del capital.
El recocijado con esta buena nueva fue el director adjunto de Desarrollo Tecnológico y Negocios de Innovación de Conacyt, Leonardo Río Guerrero. Este emprendedor personaje nos ofreció una joya de la dialéctica platónica al sostener que "el gran reto es cómo jalamos a nuestras empresas a que inviertan más que la Federación y los estados, los recursos públicos deben ser un catalizador para que la iniciativa privada invierta más. Si entendí bien quiere decir que: para que estos gigantes corporativos inviertan más en nuestras institutos de investigación, primero tenemos que ofrendarles los residuales dineros que el neoliberal Fecal y sus huestes han dejado para la ciencia mexicana, resultado de su teológica guerra contra el narco; mismos recursos que son los que deberían utilizarse para fortelecer esos mismos institutos y centros del conocimiento...entendí bien???
No es eso subrogar la investigación, como se hace con las guarderías? No es eso como la subvención de toda la vida que se ha hecho en los países del tercer mundo para que las mesiánicas corporaciones nos vengan a dar trabajo, porque no somos capaces de decir cómo y en qué gastar nuestro dinero?
Ja! No por nada, como ya dije en otro espacio, el Dr. René Drucker Colín, director de Divulgación Científica de la UNAM, ha pedido la cabeza del director del Conacyt.


"Esos son científicos sin ética". Ojalá solamente los científicos los fueran.

Saludos de Balam!!!

Para checar la nota completa http://www.jornada.unam.mx/2009/08/06/index.php?section=sociedad&article=043n1soc

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