lunes, 22 de febrero de 2010

Más sobre el despertar de conciencia...1a parte

Ahora les comparto un texto del señor Gustav Meyrinck. Por favor maiceros, si consideran estas contribuciones de modo alguno chocantes para su gusto o fuera de lugar, háganmelo saber a la brevedad.

" La llave que nos hará dueños de la naturaleza interior está oxidada desde el diluvio.
Se llama: Velar.
Velar lo es todo.
El hombre está firmemente convencido de que vela; pero, en realidad, está preso en una red de sueño y de sueños que ha tejido él mismo. Cuanto más se aprieta la red, mejor impera el sueño. Los que están sujetos por sus mallas son los duermientes que caminan por la vida como rebaños de ganado llevados al matadero, indiferentes y sin pensar.
Los soñadores sólo ven, a través de las mallas, un mundo enrejado, no perciben más que las aberturas engañosas, obran en consecuencia y no saben que estos cuadros son simplemente los restos insensatos de un todo enorme. Estos soñadores no son, como tal vez tu crees, los fantasiosos y los poetas: son los trabajadores, los sin-reposo del mundo, los que están roídos por la locura de obrar. Se parecen a los torpes escarabajos laboriosos que suben a lo largo de un tubo liso para hundirse en él cuando han llegado arriba. Dicen que velan, pero lo que creen que es vida no es en realidad más que un sueño, determinado anticipadamente hasta en sus menores detalles y sustraído a la influencia de la voluntad.
Ha habido y hay algunos hombres que sabían que soñaban, pioneros que avanzaron hasta las murallas detrás de las cuales se ocultaba el yo eternamente despierto: videntes como Descartes, Schopenhauer y Kant. Pero no poseían las armas necesarias para el asalto a la fortaleza, y su llamada a combate no despertó a los durmientes.
Velar lo es todo.
El primer paso hacia este fin es tan sencillo que un niño puede darlo. Sólo el que tiene el espíritu falseado ha olvidado cómo se anda y permanece paralizado sobre sus dos pies, porque no quiere prescindir de las muletas que ha heredado de sus predecesores.
Velar lo es todo.
¡Vela en todo lo que hagas! No te creas ya despierto. No, tú duermes y sueñas.
Reúne todas tus fuerzas y haz que por un instante resplandezca en todo tu cuerpo ese sentimiento: ¡ahora, estoy en vela!
Si esto te da resultado, reconocerás en seguida que el estado en que te encontrabas te parece ahora un embotamiento y un sueño.
Éste es el primer paso vacilante del largo, larguísimo viaje que conduce de la servidumbre al todopoder.
Avanza de esta manera, de despertar en despertar.
No existe idea atormentadora que no puedas rechazar de esta manera. Se queda atrás y ya no puede alcanzarte. Te extiendes por encima de ella, como la copa de un árbol se eleva sobre las ramas secas.
El dolor se aleja de ti como las hojas muertas cuando esta vela se apodera igualmente de tu cuerpo.
Los baños helados de los brahamanes, las noches de vigilia de los discípulos de Buda y de los ascetas cristianos, los suplicios de los faquires hindúes, no son mñas que ritos esculpidos que indican que allí se elevaba el templo de aquellos que se esforzaban en velar.
Lee las escrituras santas de todos los pueblos de la Tierra. Por todas ellas se desliza, como un hilo rojo, la ciencia oculata de la vela. Es la escala de Jacob, que combate toda la "noche" con el ángel del Señor, hasta que llega el "día" y obtiene la victoria.
Tienes que subier uno tras otro los peldaños del despertar, si quieres vencer a la muerte.
El escalón inferior se llama, ya, genio.
¿Cómo debemos llamar a los grados superiores? Permanecen ignorados por la muchedumbre y son tenidos por leyendas.
La historia de Troya fue tenida por leyenda, hasta que al fin un hombre tuvo el valor de excavar por sí mismo.
En este camino del despertar, el primer enemigo que encontrarás será tu propio cuerpo. Lucharás contigo hasta el primer canto del gallo. Pero si percibes el día del despertar eterno que te aleja de los sonámbulos que creen ser hombres y que ignoran que son dioses dormidos, entonces el sueño de tu cuerpo desaparecerá también y dominarás el universo.
Entonces podrás hacer milagros, si así lo quieres, y no te verás obligado a esperar, como un humilde esclavo, que un cruel dios falso tenga la amabilidad de llenarte de presentes o de cortarte la cabeza.
Naturalmente, la felicidad del perro fiel, servir a un dueño, no existirá ya para tí; pero sé franco contigo mismo:¡querrías incluso ahora, cambiarte con tu perro?
No te dejes asustar por el miedo de no alcanzar el fin de esta vida. El que ha encontrado este camino vuelve siempre al mundo con una madurez interior quele hace posible la continuación de su trabajo. Nace como "genio".
El sendero que te muestro está sembrado de acontecimientos extraños:¡muertos que has conocido se levantarán y te hablarán!¡no son más que imágenes! Se te aparecerán siluetas luminosas que te bendecirán. No son más que imágenes, formas exaltadas por tu cuerpo, el cual, bajo la influencia de la voluntad transformada, morirá de muerte magnífica y se convertirá en espíritu, como el hielo, alcanzado por el fuego, se disuelve en vapor.
Cuando te hayas desprendido del cadáver que hay en ti, sólo entonces podrás decir: ahora el sueño se ha alejado de mi para siempre.

continuará...

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