Charles Bowden, el intrépido y temerario periodista estadunidense que ha denunciado la absoluta cloaca que prevalece en Ciudad Juárez y su dinámica de corredor del narcotráfico, realizó, en colaboración con el director italiano Gianfranco Rosi, este perturbador y escandalizador documental sobre la vida y obra de un sicario. PRECAUCIÓN: la narrativa del filme no escatima en abordar los aspectos más grotescos y depravados de esa "vida loca" y de la asquerosa cadena de corrupción que la fomenta y hace posible.
La película ya ha sido presentada en Europa y próximamente en Nueva York. Como es de esperarse, en México aún no hay distribuidora para tan sensible material. Pero gracias a la magia de Youtube...Busquen las demás partes, la duración total del documental es de 77 minutos.
Desde los primeros segundos es verdaderamente estremecedor y terrible. La voz, las imágenes que vienen a la mente con semejantes descripciones, el pavor que invade por saberse inmerso en tal estado de delicuencia extremadamente bien organizada y, sobre todo, bien apoyada por nuestros "servidores públicos".
Rectifico: hagan caso omiso de la palabra "cambiar". Creo que lo importante del documental no es "creerle" que cambió o no, sino lo que el señor transmite, o que me transmitió, en mi caso. Y cómo lo transmite. Pero sí, por ridículo que suene, sí le creí.
Lo mejor es el final, a Maíz y a un servidor nos ha conmovido hasta el tuétano.
ResponderEliminarEs posible cambiar. Siempre es posible.
Desde los primeros segundos es verdaderamente estremecedor y terrible. La voz, las imágenes que vienen a la mente con semejantes descripciones, el pavor que invade por saberse inmerso en tal estado de delicuencia extremadamente bien organizada y, sobre todo, bien apoyada por nuestros "servidores públicos".
ResponderEliminarMagnífico documental.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminary tu balam le creiste que cambio??
ResponderEliminarTu??...
que mas le quedaba que llorar...
Yo no le crei..
Rectifico: hagan caso omiso de la palabra "cambiar". Creo que lo importante del documental no es "creerle" que cambió o no, sino lo que el señor transmite, o que me transmitió, en mi caso. Y cómo lo transmite. Pero sí, por ridículo que suene, sí le creí.
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