viernes, 8 de febrero de 2008

La Fábula del cuervo

Cierto día, un hombre caminaba por las calles húmedas de cierta ciudad europea, y la neblina apenas le dejaba ver a pocos metros, por donde caminaba. Mientras tanto, a cierta distancia, en el cielo, un cuervo volaba esforzándose por no perder la orientación en tan espeso aire. Y miren que si las coincidencias raras existen, el cuervo, desorientado, volaba ya muy bajo y se encontró con aquel hombre de frente, y pegando un chillido horroroso, alcanzó a evadirlo y se remontó una vez al aire. El pobre animal, había presenciado la escena más rara que jamás podría haber visto en su corta vida: un hombre volando...en la conciencia del cuervo, la paz no volvería a reinar, la razón escaparía, y todo su mundo se haría trizas, volcandolo hacia la locura.
Es precisamente este interesante historia la que me hace pensar en los dos, tres, o más Méxicos que como realidades profundamente distintas se viven, se imaginan, se significan. Estos "varios" lugares se significan independientemente, sin la necesidad del otro, y empiezan a existir cuando, como en la historia del cuervo, se sobreponen sobre otro, provocando un fuerte choque que conlleva al conflicto.
El conflicto es pues, la manifestación de un cambio repentino de las estructuras culturales y de pensamiento en los grupos sociales, tal vez no muy lejano de una toma de conciencia de clase...
un saludo cordial a los maiceros, chíngale quitzé.

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